Hi guys,

Lunes, 20 de octubre, hace una semana que salimos de valencia, y parece que fue ayer, se nos ha pasado el tiempo volando, hoy es nuestra última noche en Portland, y durante el día hemos estado dando una vuelta por las tiendas de la ciudad, hay una que me ha llamado especialmente la atención, un superstore de segunda mano, de las dimensiones de un Carrefour, y por el que corría un hervidero de gente, las personas de aquí, aunque puedan permitirselo, les parece un derroche gastar en ciertas cosas, y prefieren comprarse unos levi’s por 5$, e invertir la diferencia en algo mucho más placentero. Las pequeñas tiendas de barrio, son muy especiales, tienen un gusto exquisito en la decoración, y existen una gran variedad de negocios. No hemos podido descubrir si los locales son caros o baratos, pero es que tampoco hay locales en venta o alquiler.

Paseamos por el Barrio de Missisipi, antigua zona reservada a las personas de color, y en donde cada día viven más blancos, ya que la escalada de precios de la ciudad hace que los negros vendan sus casas a los blancos pudientes, con lo que se encuentran grandes contrastes entre algunas casas y otras. El barrio es encantador, y en la calle principal, nos encontramos con multitud de bares y clubs, en algunos de ellos hay buena música en directo.

En uno de nuestros break, para tomar una cerveza y picar algo, nos encontramos con Horacio ”speed” IV, un negrito de Arizona, que tuvo que abandonar su casa porque su madre no podía mantener a sus 6 hermanos,  que tenia un grupo de hip hop, su pasión por el soccer, etc., interesante y enriquecedor encuentro.

La mañana siguiente ha sido muy emotiva, llegó la hora de la despedida, y nuestra primera semana en los USA ha pasado, los últimos cuatro días con los Morris han sido un verdadero placer, pero han transcurrido como un suspiro. La verdad que se nos ha hecho muy corto, y esperamos que nos devuelvan la visita pronto, aunque nos será muy difícil estar a su altura. Muchas gracias Terrell, por tu fantástico regalo, se que tus “dólar de plata” solo se los regalas a gente muy especial, y en contadas ocasiones. un beso muy grande y que sepáis que os llevamos en nuestros corazones.

Pero la vida sigue y abandonamos Portland en avión camino de San Francisco, impresionante vista al dejar Portland con la vista de las Cascade Mountain al fondo, y coronadas por los majestuosos Mount Hood y el Adams, una estampa preciosa, no menos que nuestra llegada a San Francisco, con un soleado dia en el que hemos podido distinguir desde las alturas el conocido Golden Gate, el esplendor de la bahía, su Downtown, étc., étc., una suerte tener ventana en el boeing 737 de la United.

Luego, por fin, la esperada llegada de Pepa y Juanvi, que para seguir con nuestra tradición de entrada en los Estados Unidos, han tenido un problema con las maletas, así que los tenemos aquí, en la habitación de al lado, agotados y sin maletas. Esperemos que mañana las traigan, ¡hay cosas peores!

El Cova Hotel, genial. La cama, una KING SIZE, se encuentra en el centro de una habitación enorme, decorada muy minimal, y cerca de Union Square, inconveniente, en nuestro primer paseo nocturno nos hemos encontrado con los conocidos homeless de San Francisco, que si que es verdad que pueblan todas las esquinas. Dicen que no son peligrosos, pero os puedo asegurar que cuando pasas a su lado si que lo aparentan, y bueno así va transcurriendo nuestro viaje, creo que es hora de acostarse, un beset y hasta mañana. 

Ah por cierto, ¿Quién es el anónim@ que tiene tan buen inglés?