Hi spaniards!!!

Mi spanglish, va mejorando, de cada cinco palabras, una suele ser en inglés, y esta es “yeahhh”.

Eva, una de las fotos es para tí, adivina cuál. Tú Pablo sigue esperando, aún no he encontrado tu “culo perfecto”.

JoaquinXXX, te prestaré mi Stetson, ¡envidioso! Por cierto, sigue animando el blog, sin tus locuaces comentarios, nada seria igual. De donde narices te has sacado lo de los 34 cms, jajaja.

Perdonad que no estemos escribiendo todos los días, pero es muy difícil con los Morris, encontrar un hueco para bloggear.

Nos habíamos quedado en que íbamos al “Castagna Restaurant” a cenar, y por fin probamos el famoso Salmón de Oregón, aquí,  aunque tienen unas materias primas excepcionales, las desaprovechan con la manera de cocinarlas, pero bueno, no todo tiene que ser perfecto.

Terminamos en uno de los únicos seis bares de la Costa Oeste, en donde es posible fumar dentro del establecimiento, y dimos sobrada cuenta de un innumerable número de “Bud” y de superchupitos de Irish Whisky, nos acostamos a las tres de la mañana, que os puedo asegurar que en estas latitudes es muy tarde. Y alucinamos con la tropa que desfilaba por el pequeño bar, variopinta y muy, muy americana. Bueno, resumiendo, la noche terminó con una buena cantidad de alcohol en nuestros cuerpos, por lo que el amanecer siguiente, aquí se madruga bastante, fue especialmente duro.

Después de desayunar unas tortitas con “blackberrys”, típicas moritas de Oregón, Laurel y Terrell, les pidieron a unos vecinos amigos suyos un par de bicicletas, e hicimos una ruta desde el barrio del Southeast, donde estamos establecidos, hasta el Downtown de Portland, muchas millas para un día de resaca, pero mereció la pena, increíbles vistas desde el cauce sur del río, admirando la naturaleza salvaje de esta gran ciudad, muy desconocida, y una vista privilegiada del centro de la city.

Aparcamos las bicis, y nos adentramos en el bullicioso y poblado “Saturday Market”, que también, como habéis podido comprobar, abre los domingos, y luego seguimos adentrándonos a pie por el resto de la ciudad, en la que se distinguen muy bien los edificios de principios del s.XX y las nuevas construcciones que se están levantando por toda la city. Pudimos admirar, las antiguas zonas industriales, donde había grandes almacenes, ahora ocupan su lugar magníficos edificios de Lofts, un poco más baratos que en Seattle, pero que solo se pueden permitir las clases mas adineradas, nuevos jóvenes al estilo europeo, con muy buenos trabajos, hijos de aquellos hippies de los 60, a los que la vida les ha sonreído y han cambiado sus melenas por lujosas calvas, y sus pantalones de campana por ropa italiana y francesa.

En esta ciudad, como en Seattle el transporte publico en el centro es gratuito, las papeleras brillan por su ausencia, pero no hay ni un papel por el suelo, todo el mundo va con un gran vaso de Starbucks por la calle, y nunca había visto tantos coches eléctricos e híbridos. Esta ciudad, es verde por su naturaleza, pero también por la gente que la habita, y que esta muy concienciada sobre la importancia de no malgastar energía, del reciclar, de consumir productos biológicos, étc.

A la vuelta nos pasamos por el SuperMarket, y aunque estamos en pleno otoño, compramos viandas para preparar una gran tortilla española y gazpacho, ¡¡¡Por fin...!! ¡¡¡comida!!!, ni que decir tiene todo ello fue acompañado de un buen Ribera del Duero.

Nuestro desayuno del lunes, afortunadamente, ha sido pan tostado con tomate, aceite y sal. A Terrell le ha encantado y nos ha prometido que cambiara sus huevos con bacon por éste, mucho mas saludable para su colesterol. We hope.

Bueno chicos os mantendremos informados....